La lucha de los indígenas nicaragüenses por recuperar las tierras ancestrales que fueron vendidas a propietarios privados por Internet es reivindicada en el documental «The living documents«, dirigido por Mallory Sohmer. El documental puede ser descargado desde http://www.fetchermedia.com/store/The-Living-Documents.html

Este es el primer documental independiente de la joven Mallory Sohmer que ha querido mostrar al mundo el dramático caso que desde hace años libra la abogada defensora de los derechos indígenas María Acosta, que ha sido amenazada y se ha sentido ignorada por el sistema judicial nicaragüense.

El documental examina las circunstancias anteriores al asesinato de su esposo cuando investigaba el caso de la venta de tierras de los indígenas por parte del magnate de origen griego Peter Tsokos, que hizo un lucrativo negocio a través de internet.

Al menos nueve de los 18 islotes de Cayos Perlas en el Caribe, en la Región Autónoma del Atlántico Sur (RAAS) han sido vendidos en los últimos diez años a supuestos inversionistas extranjeros por agencias que hacen sus ofertas a través de internet.

El negocio comenzó en 1997, cuando el estadounidense de origen griego Peter Tsokos compró a indígenas del lugar siete cayos por un valor total de 20.500 dólares, que después inscribió en el registro de la propiedad del municipio de Bluefields, capital de la Región Autónoma del Atlántico Sur.

Según Sohmer, Tsokos «sabía que esta población no tenía títulos de las tierras y podía hacer un gran negocio».

El magnate obtuvo las tierras recurriendo a distintas tretas «en algunos casos se acercó a ellos y les dijo que querían ayudar a su comunidad, invertir dinero, trabajar con ellos, pero cuando los indígenas aceptaban la siguiente vez acudía con un documento legal para arrebatarles la tierra».

La riqueza de estas tierras reside en la poca presencia que ha tenido el paso del hombre en esta zona, lo que ha permitido conservar una naturaleza exuberante y el legado cultural de las tribus que las habitaban.

La historia del documental se remonta al año 2002 cuando Acosta al llegar a casa un día se encuentra con que su marido, Frank García, ha sido brutalmente asesinato. Acosta tiene motivos para creer que su esposo ha sido asesinado para que se retirara del caso que llegó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Durante la investigación, se descubre que el arma que fue usada para matar a su marido fue registrada por uno de los socios de Tsokos y más tarde su ex-guardaespaldas fue identificado como el asesino.

No obstante, pese a las evidencias que apuntaban a que la muerte de García podría haber sido organizada por Tsokos, los cargos fueron retirados y la justicia nicaragüense dio por cerrado el caso.

Acosta ha tratado de apelar pero no ha logrado avanzar, por lo que Sohmer espera que esta película cree conciencia social y Acosta pueda encontrar justicia por el asesinato de su marido.

Sohmer recorre las tierras casi vírgenes con los indígenas y trata el caso de Acosta que sigue luchando por recuperar el territorio que los indígenas consideran históricamente suyo aunque carezcan de los documentos legales que lo certifique.

«Los indígenas no son ingenuos, saben que el mundo se está desarrollando y que ese desarrollo les va a alcanzar», aseguró Sohmer.

A lo largo de su historia «los gobiernos han ido y venido y han tomado decisiones por ellos, lo único que quieren es ser parte de esas decisiones».