Ficha técnica:
Dirección y producción: Damian Finvarb, Ariel Borenstein
Producción periodística: Ariel Borenstein
Cámara, montaje y sonido: Damian Finvarb
sinopsis:
La película indaga sobre una industria considerada uno de los pilares del crecimiento durante el kirchnerismo en la que durante estos años se trazaron relaciones y conflictos entre las terminales -extranjeras en su totalidad-, las autopartistas, el gobierno argentino, el brasileño, las conducciones sindicales -centralmente del SMATA-, los trabajadores y la izquierda. El documental ahonda sobre los intereses que se entrecruzan y los enfrentamientos que se originan entre los distintos actores de la cadena, que cobraron nitidez este último tiempo cuando la industria, que aspiraba llegar al millón de autos fabricados por año, comenzó a retroceder. Los distintos actores del “Viaje al Centro de la Producción” se entrelazan en el conflicto de la autopartista Gestamp, que abrió una disputa en relación a quién paga la crisis del sector y qué salidas se vislumbran en esa disputa.
* Damián Finvarb y Ariel Borenstein ya habían codirigido “En Obra” (2013), un documental sobre Carlos Fuentealba, el docente asesinado en Neuquén.
El cineasta Finvarb, junto a Patricio Escobar , dirigió “La Crisis Causó Dos Nuevas Muertes” (2006), sobre la cobertura de Clarín del asesinato de Kosteki y Santillán, mientras que el periodista Borenstein es autor de “Don Julio”, una biografía no autorizada sobre Julio Grondona.
Ver online Viaje al centro de la producción:
entrevista al director Ariel Borenstein sobre el documental:
Dirigida por la dupla compuesta por Ariel Borenstein y Damián Finvarb, que anteriormente habían realizado juntos «En obra», un documental que buceaba la biografía política del docente asesinado Carlos Fuentealba, el filme está dividido en dos partes.
Una primera más conceptual y que abarca el modo de producción actual de la industria automotriz y sus actores y otra, más urgente, de cámara en mano, que sigue el proceso de acampe y toma de Gestamp, con una imagen exclusiva del momento en que se desarrolla la ocupación del puente grúa.
«El debate que nos interesó poner sobre la mesa es el de los límites del modelo, porque si bien es evidente que hubo un desarrollo desde 2001 hasta acá el interrogante es si esto tiene perspectivas, qué contradicciones internas acarrea y cómo éstas se empiezan a desarrollar», destaca a Télam Ariel Borenstein, periodista, que fuera delegado de la comisión gremial interna del diario Clarín despedido por esa empresa en el conflicto de 2000, y dirigente del Nuevo Mas. «En este sentido -agrega- creemos que filmamos en presente pero también para el futuro porque para nosotros la experiencia de Gestamp, con todas sus fragilidades, es un muestra de una situación que comienza a desarrollarse, en donde hay mayores niveles de radicalidad y que tiene su centro en sectores estratégicos de la industria».
«Viaje al centro de la producción», comenzó a gestarse en 2010 y fue adquiriendo distintas etapas hasta que, sobre el final de su rodaje, quedar atrapado por el conflicto de la empresa autopartista, que concitó la atención pública y política a lo largo de casi una semana, al quedar detenida toda la cadena de producción de la industria automotriz.
Para Finvarb, que junto a Patricio Escobar filmó «La crisis causó dos nuevos muertos», sobre el tratamiento que los medios hegemónicos hicieron del asesinato de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán durante el corte del Puente Pueyrredón en junio de 2002, la película siempre buscó un tipo de cine directo, propio de la década del 60.
«Nosotros siempre tuvimos la idea de realizar seguimientos de lo que iba pasando, apostando por un cine directo de los 60, así fuimos por ejemplo a una de las celebraciones del salón del automóvil en 2012 y a unas jornadas de debate con los principales actores de la industria automotriz, que aparecen en la primera parte», señala. «Mientras que -agrega Finvarb- la segunda parte de la película, por el peso de los hechos, se centra en el acampe y toma de Gestamp; ahí todo se torna más rico por la interacción con la gente y por la decisión de ir captando el clima de todo lo que se estaba gestando».
«Todo fue también -agega Borenstein- de la mano del lugar en que nos posicionamos como realizadores, a nosotros Gestamp no nos resultó indiferente sino que, con todos sus límites, lo vimos desde la perspectiva de una nueva experiencia de la clase trabajadora, y eso nos llevó a estar tan metidos en toda esa situación». «Lo que nos interesa -concluye Finvarb- es hacer un cine político que analice la realidad para transformarla y sin quitarle espesor al hecho artístico buscamos estar junto con las luchas que expresan un proceso de cambio».
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