Ficha técnica:
Dirección y Realización: Pilar Fernández Laguna
Producción: Pilar Fernández Laguna, Jorge Zurdo (Koke)
Asistencia de Producción: Javier Ben, Asier Morejón
Guión: Pilar Fernández Laguna, David Martín Carnicero
Operadores de Cámara: Pilar Fernández Laguna, Luis Antúnez, Asier Morejón, Jorge Zurdo (Koke)
Ilustración: Alex Ugalde Amurrio
Narradora: Laura Iturregi
Sonido y Musicalización: Jota Phunk, Gonzalo Barradas, Iban Berdugo
Edición y Post-producción de imagen: Luis Antúnez
Una producción de Pi Lart Comunicación Audiovisual en colaboración con Al Lente Comunicación Audiovisual
web: https://documentallamiakomaskarada.wordpress.com

sinopsis:
Nos encontramos en plena transición política. Una época de apertura después de una larga dictadura. Una época en la que hay que reinventar todo.

Lamiako es un barrio de Leioa que nace a la sombra de las fábricas. La fuerte industrialización atrae a muchos inmigrantes a trabajar. Lamiako se convierte así en un barrio de gran variedad cultural. Se caracteriza por tener un gran sentimiento social y esto queda plasmado con la representación de la Maskarada de Lamiako, la cual nació en 1979 gracias a la colaboración de todos los habitantes del barrio.

Jose Luis Raymond, conocido como “el patas”, estudiante de magisterio y amante del teatro, en aquella época comienza a preguntarse por la identidad del barrio. La gran inmigración y la dictadura han hecho que los orígenes del lugar se hayan olvidado.

Investigando la procedencia del nombre Lamiako, conoce una historia que data del siglo XVII y que tuvo lugar en las marismas sobre las que se levantó el barrio.

“Prudentzia se queda viuda. Cuando su hijo crece se va a la mar. Tanta pena le envuelve que un día divisa un punto blanco en el mar y corre hacia la orilla pensando que era el barco en el que partió su hijo. Al darse cuenta de que no es él, al volver a casa, muere en la conocida playa de la lamia, o dicho en Euskera, Lamiako. La playa Lamiako. Dice la leyenda que esa noche se oyó el dulce canto de las lamias y que Prudentzia se convirtió en una de ellas.”

Raymond quería dar a conocer esta historia que identificaba las raíces de su barrio y de su gente, y decidió revivir por medio del teatro la mitología, la historia y las tradiciones vascas.

Usando a Prudentzia como hilo conductor de la fiesta, decide celebrar una Maskarada en la que Maiatza, personaje natural que representa al mes de Mayo y a la primavera anuncia mediante un pasacalles la fiesta que se celebrará por la noche.

Después Mari, como representante máximo de todos los personajes mitológicos, invitará personalmente a cada uno de ellos y mediante el baile ellos se irán uniendo a la fiesta.

Prudentzia pasea preguntando por su hijo. El desenlace, la representación de un aquelarre encabezado por Aker, el macho cabrío. En esta última parte, se recrea la historia de Prudentzia y se vive la lucha que hubo cuando el cristianismo comenzó a propagarse, desterrando al paganismo a un segundo plano, casi al olvido.

Raymond nos transporta hasta 1978, año en el que todo el barrio se volcó a una para sacar adelante su proyecto.

Partían de la nada y poco a poco lograron su objetivo.

La historia, la escenografía, los trajes, la música, el baile. Todo fue creado de la mano de los habitantes del barrio de Lamiako. Un barrio industrial, caracterizado por su fuerte sentimiento social. Un barrio construido al pie de las fábricas y separado por las vías del tren.

Todo fue diseñándose en base a los elementos que se tenían a mano. Raymond nos desvela detalles sobre su preparación, y nos explica cómo cada detalle está delicadamente pulido para hacer ver al espectador de esta representación el contraste entre el mundo mitológico vasco que según la bibliografía tuvo lugar en Lamiako antes de que el cristianismo se propagara y el mundo industrial en el que se había convertido. Todo ello envuelto por las tradiciones vascas más arraigadas. La mitología, la historia y el pueblo vasco son los temas principales que trata la misma.

Así, la estructura de la Maskarada se decidió en base a la forma espacial que tenía el barrio. Los trajes a vestir el día de la Maskarada fueron diseñados y expuestos en un
escaparate para que la gente pudiera verlos y así copiar el modelo. Trajes basados en los tradicionales vascos, pero con un distintivo, estampados con flores para recordar el tono festivo que le quería dar a la maskarada.

Con la unión de varias canciones tradicionales vascas se compuso la Lamiadantza, música creada así para la Maskarada, y lo mismo ocurrió con el baile. Ambos creados por la gente del barrio para ser representados en la Maskarada.

Todos los domingos, los vecinos de Lamiako se reunían en grupos de trabajo para preparar máscaras, trajes y gigantes.

Una fiesta llena de símbolos que acentúan las tradiciones vascas.

Ésta fue creada para dar mayor vivencia a la cultura, a la manera de ser, de pensar, de vivir y de diversión de los habitantes de Lamiako. Una fiesta colectiva, de recuperación mitológica vasca y de barrio, cuyos componentes básicos son la participación popular, el trabajo en equipo, la unión del barrio y la naciente identidad.

Las imágenes fotográficas antiguas se entremezclaran con imágenes tomadas en la Maskarada el 31 de Mayo de 2013, las que darán el movimiento y enseñaran al publico la
delicadeza con la que la Maskarada fue diseñada, ya que hoy, sigue teniendo la misma esencia que entonces.

Un acontecimiento construido gracias a la unión de los vecinos de Lamiako. Abuelos, abuelas, padres, madres, hijos, hijas. Todos a una para decir con orgullo lo que para ellos significa Lamiako; cultura y tradición.

La Maskarada de Lamiako, la cual sigue teniendo lugar más de treinta años después y sigue siendo preparada con la misma pasión que el primer día.

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