Linda Ronstadt, de origen mexicano ha sido censuradaUn casino de Las Vegas (EEUU) expulsó de sus instalaciones a la cantante Linda Ronstadt después de que la intérprete dedicara una de sus canciones al realizador de «Fahrenheit 9/11», el cineasta Michael Moore.


La expulsión, el pasado sábado, tuvo lugar después de que la mitad de los 5.000 asistentes al concierto en el casino Aladdin se marcharan de la sala indignados por la dedicatoria y muchos solicitaran que les devolvieran su dinero.

Ronstadt, estadounidense de origen mexicano, dedicó a Moore el tema «Desperado» al final del concierto, cuando interpretaba su primer bis a petición del público.

La cantante manifestó ante los asistentes que Moore era un gran patriota y animaba al público a ver su último documental, premiado en mayo pasado en el festival de Cannes con la Palma de Oro, de gran éxito en las pantallas de EEUU y de varios países y en el que se critica al Gobierno del presidente George W. Bush.

«Ella fue contratada como una artista y no como una oportunidad para expresar sus opiniones políticas», indicaron fuentes del casino en un comunicado después de que la intérprete fuera escoltada fuera del recinto sin poder regresar a su habitación.

Michael Moore indignado por la censura

En su sitio de Internet (http://www.michaelmoore.com), el realizador dio ayer las gracias a la cantante y muestra su indignación contra esta muestra de censura.

«¿En qué país vivimos? La última vez que lo verifiqué Las Vegas era parte de Estados Unidos, donde hay algo llamado Primera Enmienda, el derecho constitucional a decir lo que se quiera decir», recuerda Moore en defensa de la libertad de expresión.

El realizador también solicita del casino una disculpa y sugiere que invite a la cantante a interpretar junto a él un tema tan patriótico como «America the Beautiful», como forma de reconciliación. A cambio, Moore ofrece en esta carta abierta una proyección gratuita de su película «a todos los clientes del hotel y a todo el que quiera verla en Las Vegas».

La otra opción, señala jocoso, sería expulsar también del casino a la otra mitad de los espectadores que continuaron aplaudiendo en el concierto tras la polémica dedicatoria.