El príncipe Turki al-Faisal, embajador de Arabia Saudí en Londres y sobrino del príncipe heredero Abdalá, ha dicho en una entrevista que Michael Moore -director de este documental- no hizo una investigación adecuada para su documental. En relación a la parte del documental en la que se afirma que el gobierno estadounidense ayudó a gran número de saudíes y miembros de la familia Bin Laden a abandonar EEUU en momentos en que el espacio aéreo estadounidense estaba cerrado a los vuelos comerciales.


Al-Faisal, que estaba encargado del servicio de inteligencia saudí en esos momentos, dice que su país ha sido completamente exonerado de cualquier participación en las ataques por la comisión investigadora sobre el 11 de septiembre. El informe de la comisión no halló evidencia alguna de que se hubiesen realizado vuelos con ciudadanos saudíes antes de la reapertura del espacio aéreo el 13 de septiembre. «Hubiera sido mejor si Michael Moore hubiera leído el informe del 11 de septiembre antes de hacer su película», dijo al-Faisal al diario The Sunday Telegraph. «Demuestra que todos las reglas fueron estrictamente cumplidas». Según Al-Faisal, Moore obtuvo una invitación para viajar a Arabia Saudí, pero nunca fue.

Kuwait prohibe el documental.

Por otra parte, Kuwait ha prohibido la exhibición de Fahrenheit 9/11 porque considera que insulta a la familia real saudí y critica la invasión a Irak. Según Abdul-Aziz Bou Dastour, supervisor de cine y producción del ministerio de Información kuwaití, en el país existe «una ley que prohibe insultar a las naciones vecinas, y en especial las relaciones entre Kuwait y Arabia Saudí».

Según Dastour, la película de Moore «insulta a la familia real saudí al decir que tenían intereses comunes con la familia Bush y que esos intereses contradecían los intereses del pueblo estadounidense».