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Entrevista a Fernando Miranda, Secretario General de la Seccion Sindical de CC.OO de Teletech durante las movilizaciones de los trabajadores y trabajadoras.
Antecedentes
Teletech es una de las varias empresas que la compañía Amena tiene subcontratadas para que le presten el servicio de atención al cliente, para los que tengan Amena, el famoso 470. El servicio está repartido a lo largo de España en varias plataformas, una de ellas está ubicada en el municipio de Siero (Asturias). Ésta fue creada en el año 2000 y actualmente (octubre 2004) daba trabajo a más de 1.000 personas, de las cuales sólo unas 80 pertenecen a la plantilla y el resto son eventuales.
En marzo de 2004 la empresa empieza a intentar negociar con el Comité la rescisión en aquel momento de 315 contratos, la amenaza velada es el irse y la incógnita es si habrá otra empresa que lo quiera gestionar aquí en Asturias, o si nos quedaríamos todos en la calle porque la nueva empresa que la sustituyese lo hiciese en otra provincia. Incluso ellos mismos llegaron a amenazar con irse a otra provincia para empezar de cero si se les daba muchos problemas. Esa propuesta a lo largo de las semanas es matizada por la empresa y se reduce la propuesta de despidos ofreciendo una reducción de jornada para algunas personas.
Desde ese momento se inicia una división sindical que ya venía larvada pero que hace que la situación sea mucho mas grave. UGT acepta en todo momento las propuestas de la empresa y no plantea ninguna corrección. Es CCOO la única que plantea el método de la lucha como medida de presión, convocándose unas huelgas a lo largo de finales de abril y principios de mayo. Con la llegada del verano la situación queda así, suspendida ya que las llamadas se incrementan y la firma del acuerdo Amena Teletech no es hasta septiembre.
Pero al llegar septiembre los peores vaticinios se hacen realidad. El día 9 de septiembre la empresa se reúne con el comité de empresa para informar del despido de 242 trabajadores el día 27 de septiembre aplicando el art. 17 del convenio de telemarketing. Este bonito artículo dice que cuando el volumen de llamadas en una campaña baje, la empresa de telemarketing puede redimensionar su plantilla despidiendo por «fin de obra» al personal en cuestión mientras que el resto seguiría trabajando con esa misma «obra». Este artículo fue impugnado por la CGT, presentándose como partes también UGT y CCOO, pero una sentencia confirmó la validez del precepto no decretando su nulidad. La finalidad del precepto es la de saltarse el procedimiento del ERE, ahorrándose de paso 12 días de indemnización por año trabajado.
Continuando con el ínterin de los hechos, Teletech, al día siguiente, 10 de septiembre, entrega la carta de despido a los 242 trabajadores afectados, haciéndoles trabajar hasta el día 26 de septiembre fecha del final del contrato, agradeciéndoles los servicios prestados e ilusionándolos con una bolsa de trabajo para ser llamados en caso de incremento de las llamadas, y demás palabrería.
Una semana después CCOO convoca una huelga de cuatro días, que en su primer día tuvo un seguimiento de más o menos un 75%. A raíz de esto se ha convocado una asamblea donde se ha decidido continuar el calendario de huelgas previsto.
Sin duda, el alto índice de precariedad laboral genera una situación de inseguridad entre los trabajadores, lo que se refleja a la hora de secundar la convocatoria. Pero eso no lo explica todo. Desde luego, la postura de UGT, justificando y aceptando las medidas de la empresa, sólo puede calificarse de vergonzosa e indigna de quienes pretenden defender los intereses de los trabajadores. Por el momento, es CCOO quien está llevando la iniciativa de la lucha, pero, para conseguir hacer retroceder a la empresa es necesario recomponer la unidad y la confianza de la plantilla, en torno a un calendario de movilizaciones que involucre también a las federaciones en la oposición a estos despidos y llamando a la solidaridad a otras empresas en lucha, y a la población en general.
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