El Festival de Cine de Huesca, que celebrará su 32 edición entre el 10 y 19 de junio, ha anunciado ayer que ofrecerá un ciclo de cine anarquista de los años 30. Además, recordará al músico y compositor oscense Daniel Montorio, en el centenario de su nacimiento, y programará su habitual sección «Cine y gastronomía».
La CNT, el Sindicato Unico de Espectáculos Públicos (SEUP) y demás grupos anarquistas, fueron, hasta 1937, fuente de títulos como los que se proponen para esta retrospectiva, que se presenta bajo el título «Anarquistas: la revolución traicionada». La selección, realizada en colaboración con la Fundación Anselmo Lorenzo y las Filmotecas Española y de la Universidad Autónoma de México (UNAM), ofrecerá largometrajes como Aurora de esperanza (Antonio de Sau Olite, 1937) o Barrios bajos (Pedro Puche, 1937) o la comedia Nuestro culpable (Fernando Mignoni,1937), junto a diversos cortometrajes como Nosotros somos así (Valentín R. González, 1936), La silla vacía (Valentín R, González, 1937), Barcelona trabaja para el frente (Mateo Santos, 1936), En la brecha (Ramón Quadreny, 1937), El frente y la retaguardia (Joaquín Giner, 1937) o La última (Pedro Puche, 1937). Como broche, el Festival acogerá la presentación del cortometraje Aragón trabaja y lucha (Manuel P. de Somacarrosa, 1937), que ha sido reencontrado en México y restaurado por la Filmoteca de la UNAM.
Por otra parte, el Festival se sumará a la celebraciones del Centenario del Maestro Daniel Montorio. Músico y compositor oscense, Montorio (1904-1982) se convirtió en uno de los primeros especialistas de música para la pantalla en el surgimiento del cine sonoro en España. Autor de partituras para más de cien títulos, además de su igualmente prolífica participación en el teatro, Montorio será recordado dentro de la 32 edición del certamen con la proyección de la versión sonora que en 1934 realizara Benito Perojo de El negro que tenía el alma blanca. Finalmente, la cena de Navidad en torno a la que se reúnen los invitados de las señoras Morkan en Dublineses (John Huston, 1987) y los platos que surgen del gran viajero y cocinero francés que pierde el corazón ante una princesa georgiana de El chef enamorado (Nana Dzhordzhadze, 1996), servirán para que los restaurantes Las Torres y La Taberna Lillas Pastia elaboren el menú a degustar por aquellos espectadores del Festival de Huesca que deseen reunir durante esta 32 edición el cine y la buena mesa.