El cineasta Silvio Caiozzi denunció un boicot de los canales de televisión chilenos para exhibir su documental «Fernando ha vuelto», que relata la entrega de los restos de un detenido desaparecido a su familia, la cual ahora se reveló errónea.
«Yo no puedo decir que el documental haya sido censurado porque aquí no hay nadie que dice «yo le prohíbo dar esa película». Pero dicen «mire no está en nuestra línea editorial» o dicen que van a contestar y dejan pasar el tiempo o se les pierde el video y piden que les mande otro».
El documental fue rodado hace siete años pero ha adquirido notoriedad cuando las autoridades han admitido la errónea identificación de los restos de 48 detenidos.
El documental narra el proceso a través del cual dos mujeres médicos forenses encargadas de la Oficina de Identificación del Instituto Médico Legal de Santiago logran determinar la identidad de cuerpos que se presume corresponden a prisioneros detenidos desaparecidos durante la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990).
Las doctoras muestran la técnica utilizada para la identificación de un caso recientemente resuelto: los restos de un hombre que fueron encontrados, junto a muchos otros, en el Patio 29 del Cementerio General de Santiago en 1991. Los restos pertenecen a Gerardo Olivares Mori, un chileno de 27 años de edad, funcionario de CELADE, organismo de las Naciones Unidas, desaparecido desde el 5 de octubre de 1973. Las doctoras, después de cuatro años de trabajo logran establecer fehacientemente la identidad de Fernando y tras presentar los restos a su viuda, comunican en forma Oficial las causas de su muerte.
A través de sus imágenes, el documental es testigo del impacto que el retorno de Fernando causa en su familia: su hijo, sus hermanos y su madre. Su testimonio ilustrará hasta que punto el dolor humano carece al fin de color político.
A pesar del revuelo que causó en su estreno, el año 1998, fue ignorado por la prensa, «es como si hubiese llegado una orden, una orden de arriba digamos, y todos los medios tuvieron que obedecer».
«No hay ningún videoclub que lo tenga, durante algunos años lo tuvo a la venta solamente la Feria del Disco, nadie más», e incluso en Francia y Alemania tuvo problemas de difusión, y sólo en España se transmitió a los pocas semanas de su finalización».
El cineasta recordó que en el filme «se grabó en tres días, porque es un documental que realmente no planifiqué. Agave (Díaz, viuda de Olivares) me pidió grabar, como favor personal, la declaración oficial del Instituto Médico Legal de las causas de la muerte de su marido». El SML «le asegura en un 100 por ciento de seguridad, porque eso está grabado en el documental» que los restos que tiene delante son los de su marido, cuando ahora se desvela que eso no es así que esos restos son de otra persona, que igualmente ha sido torturada y asesinada.